martes, 5 de febrero de 2008

EL COMIENZO DEL CAMBIO

La marcha que se cumplió ayer en Colombia y varias ciudades del mundo, puede considerarse como el paso inicial de la sociedad colombiana hacia la participación colectiva en procesos de cambio.
Esta manifestación masiva que nace del alma de los colombianos de diferentes sectores de la sociedad debe conducir a una participación más activa en los procesos que han marcado y definen, día a día, el rumbo del país.
Hoy la marcha fue contra la barbarie de las Farc, mañana deberá ser, por ejemplo, contra las atrocidades del paramilitarismo o contra la indolencia estatal y social frente a la pobreza de millones de compatriotas.
Este, tendrá que ser el mayor beneficio de la amplia manifestación colectiva de ayer: el depertar del letargo que nos ha convertido en cómplices pasivos de las iniquidades que pululan en Colombia. Por ello, es vital que las fuerzas progresistas y democráticas de la nación entiendan como un factor muy positivo el hecho de que miles de personas, la mayoría de las cuales nunca se habían manifestado en forma alguna, hayan salido a las calles a protestar contra un actor armado que atenta contra la vida y la libertad de gente inerme.